¡Hola a todos!

Hoy es 23 de Abril, «Día del Libro»,  y no se me ocurría una manera mejor de celebrarlo que haciendo una reflexión personal acerca de lo que significan para mí, mi pequeño homenaje particular.

Desde que era muy pequeña, los libros han estado a mi lado y me han acompañado en todas las etapas de mi vida. Aún me recuerdo acostada en la cama con uno entre las manos y leyendo hasta que me quedaba dormida y se me caía en la cara. Recuerdo con cariño aquellos que formaron parte de mi infancia, como eran los de  El Barco de Vapor (entre ellos «Amalia, Amelia y Emilia» y «La nariz de Moritz»), los de Disney (mis padres me cuentan que mi favorito era «Bambi» y que llegué a aprendérmelo de memoria y saber cuándo había que pasar las páginas o qué venía en cada una de ellas), y por supuesto los de Manolito Gafotas (hoy en día sigo siendo fan de este personaje que creó Elvira Lindo) e incluso Mortadelo y Filemón, me encantaba perderme en las aventuras de estos dos personajes y disfrutaba muchísimo de los cómics.

Con el paso de los años, mi pasión por la lectura fue afianzándose y fui encontrando los estilos que más me gustaban y con los que más disfrutaba. Hoy en día esos estilos siguen acompañándome y he ido descubriendo otros que se han quedado también conmigo. No podría quedarme con un solo libro ya que los ha habido que me han marcado mucho y otros que voy descubriendo con el paso del tiempo que se suman a esa lista.

Los hay que me alegro infinito de haber leído y siempre he pensado que se pusieron en mi camino para enseñarme algo. Hay una frase muy sabia que dice que hay libros que te eligen a ti y no puedo estar más de acuerdo. Otros llegaron en un momento complicado y me alegraron los días. Los hay que me han abierto los ojos y me han enseñado un camino que no lograba ver, un punto de vista diferente al que no hubiese llegado sin ellos. La magia de los libros lo llamo yo. Y es que no podía ser de otra manera, son tesoros que esconden millones de historias, personajes, sentimientos, emociones, hechos y enseñanzas imprescindibles y muy importantes para la vida. Es magia convertida en papel, joyas que guardar y conservar para siempre y leer y releer en momentos claves que necesitemos un soplo de aire o simplemente un consejo. Todo eso nos lo dan los libros, eso y más. En ellos he vivido el verdadero amor, el amor por una pareja, por un familiar, por un amigo, el amor por uno mismo; también el enfado, la decepción, la ira; el valor de la amistad; el amor hacia los animales; la generosidad, valentía y coraje; los desencuentros y discusiones; la distancia, el olvido y el reencuentro; las emociones, los pelos de punta y la piel de gallina; el escalofrío que se siente cuando una historia se te ha metido hasta los huesos y sabes que por mucho tiempo que pase no vas a poder olvidar. En ellos y con ellos he sentido la VIDA y esa misma me la han dado en cada una de sus páginas.

¿Quién no ha estado triste y ha cambiado su actitud al leer un libro? ¿Quién no ha pasado por un mal momento y ha recurrido a un libro que le ha mejorado la vida? ¿Quién no ha soñado con la historia que acaba de leer y la ha sentido como si fuese la suya propia? ¿Quién no ha tenido un mal día y ha conseguido olvidarse de ello y reír a carcajadas con algún personaje? ¿Quién no ha cerrado un libro y ha sentido que lo que le acababa de enseñar y transmitir era lo que necesitaba para vivir? Y así podría seguir todo el día.

Si hay algo que deseo con todas mis fuerzas en el día a día es llegar a casa, pegarme una ducha y meterme en la cama a leer, para mí no existe mejor manera de acabarlo. O un día de lluvia y frío, una manta, algo calentito y un libro. EL PARAÍSO. Pero también una tarde de verano, de vacaciones, el olor del mar, el ruido de las olas y una buena lectura. Da igual donde estemos, la situación que tengamos o lo que estemos haciendo, un libro es la mejor compañía que podemos tener y sin duda el mejor maestro.

Por lo que desde aquí, desde este rinconcito que sin lugar a dudas tenía que ser un espacio dedicado a la lectura, quiero dar las GRACIAS a todos aquellos libros que me han salvado en alguna ocasión, que me han alegrado, que me han sacado sonrisas, que han hecho que llorara de felicidad y de pena muchas veces, que han conseguido que me sintiese parte de la historia, que me han enseñado, me han dado lecciones, me han hecho mejor persona, mejor amiga, mejor pareja, mejor mujer, y por supuesto a todos aquellos autores que son los creadores y encargados de que eso haya ocurrido. Enhorabuena porque sois los magos que les dais la vida y luego sois tan generosos que los compartís con el mundo para hacerlo un poquito mejor.

GRACIAS a los libros porque sin ellos el mundo estaría vacío, los sueños no estarían completos y la vida sería menos bonita. GRACIAS por haber llenado mis noches de sueños, mi vida de personajes, mi corazón de historias que nunca podré olvidar. GRACIAS, porque habéis hecho más grande mi alma y en ella tengo guardados con especial cariño cada uno de los sentimientos que me habéis provocado. GRACIAS porque he descubierto mi sitio en el mundo, mi pasión, mi vocación. GRACIAS porque nunca podré llegar a agradecer lo que significáis para mí.